¿CÓMO NOS PUEDEN AYUDAR?
Ayudarnos es una oportunidad de contribuir a que los sueños de los niños, niñas y jóvenes en situación de discapacidad encuentren un mundo más justo y fraternal por medio de la construcción de un tejido social y una oportunidad que no se puede dejar pasar.
Buscamos cómplices que nos apoyen con gestión, aporte de profesionales pertinentes a las necesidades de los usuarios y donación (material, en tiempo de trabajo, económica, adquiriendo los productos que realizamos, donación en especie).
Apreciado amigo (a):
Permítame robarle unos pocos minutos pidiéndole que, mientras se dedica a su quehacer diario, o mientras disfruta de su merecido descanso, se permita leer la siguiente corta historia,
En algún lugar del mundo, una pareja que gozaba de su vida conyugal, de pronto sintió la presencia de alguien más en la familia. La alegría fue la primera reacción de parte de los padres por la llegada de quien habría de convertirse en su razón de vida para el futuro.
Fue recibido con amor, pero se empezó a notar que su comportamiento era diferente, su salud no era la mejor y comenzó un aparente sufrimiento para la familia.
Peregrinación por los médicos de la ciudad fue la constante en busca de buenas nuevas que indicaran la “normalidad” de este hijo.
Cuál fue la decepción y el dolor de los padres al confirmarse que este niño no tendría el desarrollo normal como cualquier otro, pero que además su modo de actuar, su modo de vivir y su modo de aprender tendrían que ser de una manera tal que necesitaría de todo su apoyo y toda su dedicación.
Fueron días y noches de desespero, de reproche y de demasiados interrogantes sobre el porqué Dios los había castigado de esta manera, qué habían hecho para merecer la mala suerte de la llegada de un hijo de estas características.
Siempre pensando en ellos, pero no en la forma de ayudar al niño a sobrellevar su destino.
Golpes, convulsiones, incapacidad de comunicación, indefensión e impotencia eran el común denominador de esa personita, que además sentía el aislamiento de los demás niños de su edad, así como el rechazo y abandono de su padre.
En su desespero e inaceptabilidad del problema, su madre trata de educar a su hijo en un colegio regular, sin encontrar respuesta positiva ni tampoco desarrollo notable que hiciera valer por sus propios medios a quien decía amar con toda su alma.
Pero Dios sabe hacer sus cosas y más temprano que tarde iluminó a esta madre y la guió en la sabiduría de aceptar la discapacidad de su hijo y en la mejor elección en cuanto a la educación de quien se convirtió en el ángel de la familia.
Hoy día este niño arranca lágrimas durante sus crisis y a veces desvelos durante sus espantos nocturnos.
Pero realmente son más las alegrías, más los momentos felices, más los días y las noches de relajación al ver el avance y desarrollo logrado por los profesionales que se convirtieron en los mejores socios y tutores para la educación del niño.
¿Quiénes más podrían ser, sino los miembros de esta gran institución?, gente con entrega, desprendimiento y responsabilidad. No solo por lo realizado con este niño sino con todos los que pertenecen a esta comunidad.
Decimos que son niños diferentes, ó niños especiales; pero la verdad es que así es como los convierten aquí.
Especiales para sus familias, especiales para la vida y en seres verdaderamente útiles para la sociedad.
Tanto es así que no nos cansaremos de abrazar y dar gracias a sus profesores, gracias a sus directivos y gracias a toda la comunidad que nos acompaña y apoya, deseando que ojala esto crezca cada vez más por el bien de la institución y el de nuestro municipio.
Desearíamos poder llegar a los oídos y al corazón de toda la comunidad manzanareña para que podamos brindarles un mayor apoyo y para que podamos destinar más recursos que redunden en la educación y bienestar de quienes también hacen parte de nuestra sociedad.
Desafortunadamente este tipo de educación no está contemplada dentro de los programas de formación establecidos por el gobierno y por lo tanto no existen los recursos necesarios para cubrir los requerimientos especiales para este tipo de personas, que en su mayoría son de escasos recursos.
En todo el municipio de Manzanares existen alrededor de 789 personas en situación de discapacidad, de los cuales más o menos 200 se encuentran en el área urbana. A la fundación asisten únicamente 32 niños y niñas, quedando un largo camino por recorrer para vincular y ayudar a esta comunidad.
Por tal razón lo (a) invitamos a apoyarnos mediante el apadrinamiento de uno de nuestros niños. No le pedimos que diga de una vez que sí.
Piénselo y si se decide, cualquier ayuda que nos pueda brindar será bien recibida y agradecida por nuestros beneficiarios. Los recursos necesarios para el sostenimiento diario de cada una de estas personas son realmente incalculables hasta este momento, pero con su ayuda estamos seguros que lograremos brindarles una mejor calidad de vida y los haremos realmente útiles a la sociedad.
Reciba un fuerte abrazo y que DIOS LE PAGUE por toda su colaboración.
Atentamente,
Ildefonso Suárez Rodríguez
Director